El Consejo de Ministros ha aprobado una de las medidas estrella del Gobierno para la supuesta emancipación de los jóvenes. El bono joven de alquiler es una ayuda para personas de 18 a 35 años cuyo sueldo no supera los 24.318€ al año.
El ingreso más elevado de esta ayuda es de 250€ y, si se cumplen los requisitos, pueden solicitarla diferentes personas dentro de una misma residencia. Si lo solicitan todos los inquilinos del piso, la subvención total recibida no podrá superar en ningún caso el coste del alquiler.
El precio máximo de la vivienda en alquiler debe ser de 600€ al mes o de 900€ si así lo decide cada comunidad autónoma. El Gobierno ha excluido las viviendas con alquileres superiores a ese rango de precios, ya que consideran que si una persona se puede permitir vivir en una vivienda que valga más que el precio que han estipulado “no necesitan subvenciones para hacer frente al alquiler”.
Los sindicatos han criticado este bono porque creen que no aborda el problema real de obtener viviendas de alquiler a precios asequibles. Aseguran que las bonificaciones sólo conducen a precios más elevados de la vivienda y a largo plazo será contraproducente para los mismos jóvenes que pretenden ayudar. Esto no ocurrirá en ciudades como Barcelona o Santa Coloma de Gramenet, ya que Cataluña ha regulado los precios del alquiler y en zonas tensionadas como las ya citadas se van a controlar los precios.